miércoles, 26 de octubre de 2011

25 de Septiembre - Circuito de Kottar


Inscripción masiva de un grupo de Harleys, 25 en total, que invadieron la instalación del circuito de Kottar (Aranda de Duero) con un brillo y un sonido insólitos en una pista de carreras. La imagen que dejaron sobre la pista va a quedar guardadas como oro en paño en los archivos de la escuela de Portalmotos


Softails, Ultras, Electras, Fat Boy, Fat Bob, Road King, Nightster, Heritages, Deluxe y Sportsters, muchas Sportsters sobre la pista, un espectáculo inédito que dejaba su estela serpenteante cengando todo el circuito con su brillo cromado, el brillo del metal bruñido resaltado por el contraste del negro muerto intercalado, con pequeñas muestras de un pozo sin fondo que trata de absorber el resplandor, como un agujero negro en el lado negativo de la realidad..., sí, lo que ellos mismos, los harlystas, llaman El Lado Oscuro de La Moto.


De aspecto intimidante, algunos; con símbolos macabros, bastantes de ellos; cuero, mucho cuero negro, ropa de camuflaje, remaches puntiagudos, cadenas enganchadas a los bolsillos, chapas y pines alicatando los chalecos y tatuajes de diseño ocultos casi siempre bajo una apariencia siniestra, todo un grupo de chicos malos, también de chicas malas, aparentemente predispuestos a transgredir el primer precepto, la primera norma o siquiera la primera y considerada indicación. Nada más lejos de la realidad.


Un grupo sencillamente encantador y, además, extraordinariamente entusiasta. Un conjunto de alumnos ilusionados como el que más -en algunos casos diría yo que incluso emocionados- por vivir una experiencia que podría parecer inverosímil, pero sobre todo por aprender, por aprender mucho con todas las entendederas abiertas.


Screaming Eagle, respiración carburada, sonido libre; pero también gases sondados y ladtidos de motor digitalizados, por una vez, una parroquia de la velocidad, como es Kotarr, vivió alternado el aullido salvaje del cuatro en uno rabiando en el grito agónico de un motor que rinde el alma en cada marcha con el sonido bronco y legendario, limpio y auténtico, de dos pistones moviéndose en una carismática uve a 45º que apenas ha cambiado en un siglo y que representa todo un estilo de vida.




Un conjunto impensable y antangonista, que se antoja irrepetible, pero que en realidad sienta un inestimable precedente para introducir nuestros cursos de Conducción en El Lado Oscuro de La Moto.