domingo, 31 de diciembre de 2017

Mi nueva Royal Enfield

Ya tenía yo ganas de presentar mi nueva Royal Enfield.

Desde finales de Octubre disfruto de ella. Ahora le hace compañía a la gorda Harley.



La Enfield me lleva todos los día a trabajar. Es una gozada pegarle al pedal de arranque por las mañanas (paso del arranque eléctrico) y oír cómo ronronea en el garaje mientras me calzo casco y guantes.



Es una moto especial, que se parece mucho a sus padres, abuelos y bisabuelos.

De momento le he hecho pocos cambios. Una palanca punta-tacón para las marchas (la herencia Harley ha marcado mucho) y una pequeña pantalla que no rompe la estética de la moto, pero sí rompe parte del viento que recibo en el pecho.

Ya sé que es una moto con pocas prestaciones y bla-bla-bla… pero es un hierro con encanto, para el que lo sabe encontrar. Me gustó mucho el día que la probé (aquí el link de la prueba) y no he sabido contenerme a su magia.

Incluso ya me he hecho mi propia camiseta. 😎



Nos vemos en la carretera!



lunes, 29 de mayo de 2017

La «Trusty Triumph» Bonneville Bobber

Ayer tuve la oportunidad de probar la nueva Triumph Bobber.


Fue una toma de contacto muy breve, apenas 1 hora (no conseguí que me la dejaran más tiempo), pero suficiente para hacerme una pequeña idea de esta moto tan característica.


Triumph es una Compañía fundada por Siegfried Bettman, un emigrante alemán en la Inglaterra de finales del siglo XIX, que creó su primera motocicleta en 1902. Sus máquinas pronto destacaron por su fiabilidad entre los pilotos de la época (ganó en 1908 la edición de la TT de la Isla de Man), lo que le permitió hacerse rápidamente con un puesto de importancia dentro del mundo de las motocicletas. Y es que esta marca tuvo adeptos tan famosos como Steve McQueen y Marlon Brando que, entre otras cosas, hicieron que la marca labrase su legendaria leyenda.

La Triumph Bobber destaca por su línea minimalista, característica de este estilo. Neumáticos anchos, depósito pequeño (9.1L) y asiento "solo", con una rueda trasera sobre basculante que simula un chasis rígido.

Me subo a la moto, que con una cota de altura de asiento bastante baja y un peso de poco más de 220Kg, hace que sea muy manejable en seco. La pongo en marcha, y en seguida te llega al oído el característico bramido de sus escapes (no pude reprimir unos acelerones para oír la sinfonía).

El motor es un 1200cc con un potente par y 77cv. Engrano la primera y la moto sale ligera hasta el semáforo. Se deja conducir, ágil y ratonera entre el resto de vehículos.



Los mandos responden bien. Son muy suaves. El acelerador electrónico tiene una respuesta muy precisa y el embrague hace lo propio. La frenada es algo justa, hay que acostumbrase, y el ABS hace bien su función. La caja de cambios es muy precisa y funciona como un reloj suizo, no tengo problemas ni para meter el punto muerto en cada parada.

La posición de conducción es típica de las motos Bobber. Postura fetal, con rodillas flexionadas y altas, y espalda encorvada. No parece muy apta para personal de altura... Sobrarían piernas o faltaría moto. Quizá unos estribos más adelantados solucionarían parte del problema.

En fin, un juguetito precioso para una persona soltera y sin compromiso, con mucha tecnología en su interior y a precio razonable para el que pueda darse el capricho.




domingo, 15 de enero de 2017

Made Like a Gun - A vueltas con las Royal Enfield

Siempre me han llamado la atención las motos con historia, y las Royal Enfield no tienen nada que envidiar en esto a nuestras queridas Harley Davidson. Y es que estas motocicletas de orígenes ingleses, con raíces que datan de 1.891, le sacan esa ventaja a las de Milwaukee (1.903). Así pues, tras contactar con el concesionario oficial en Madrid de estás encantadoras máquinas, salimos el sábado a probar, Tolín y yo, un par de éstas históricas motocicletas.



Partimos poco antes de media mañana, por eso de evitar el frío madrugador, Tolín sobre una preciosa Continental GT color verde inglés (535cc) y yo sobre una Classic Storm (500cc) Special Low, modificada para bajar la altura unos centímetros, lo que hacía que la suspensión trasera fuese realmente dura y seca.



Nos alejamos raudos de la urbe, rumbo al municipio de Nuevo Baztán (cuenca del Henares). Retuerzo todo lo que puedo la oreja de la burra, que no pasa más allá de los 120 KM/h. No son motos para correr y el aire en el pecho tampoco ayuda. El día es soleado, pero frío y con viento, aunque eso no nos impide disfrutar a tope de las motos y el camino. Íbamos preparados, nada mejor contra el frío que usar ropa interior de lana de merino (mano de santo).

Pronto te das cuenta que conduces una moto especial, como las de antaño, donde sientes la moto y sientes el camino, en tus pies, en tus manos, en tu espalda. Y es que, estás motos son eso, históricas y clásicas. Motocicletas que apenas han cambiado en cuanto a la silueta original de sus antepasadas, y pedirles mejores prestaciones o compararlas con homólogas del siglo XXI no tiene sentido.

Al final, me sorprenden ambas monturas, cada una con su estilo y sus particularidades. Ni una es mejor que la otra, ni la otra es mejor que la una. Diferentes pero iguales. Depende de lo que busques pero, en general, son motos sencillas, fáciles de conducir y divertidas, extremadamente divertidas. Muy aconsejables para iniciados con carnet A2 (no necesitas limitarlas) o como segunda moto (si se puede permitir uno el lujo de gastar unos 5.000€ extras, que es lo que cuestan de media).


Y es que estas motos son simples, robustas, dóciles y bonitas, tanto que llaman la atención allá por donde pasan y allá por donde paran. Todos las miran, todos las tocan y todos comentan lo bien "restauradas" que están. Y es que exudan tanta autenticidad que engañan fácilmente al ignorante en la materia.

Me quedo ansioso, esperando poder probar las nuevas Euro4 (con ABS y otras mejoras). Tendré que esperar a Marzo, a que llegue la primera a Madrid. Quién sabe, al final puede que me haga con una que acompañe a mi HD...