Siempre me han llamado la atención las motos con historia, y las
Royal Enfield no tienen nada que envidiar en esto a nuestras queridas Harley Davidson. Y es que estas motocicletas de orígenes ingleses, con raíces que datan de 1.891, le sacan esa ventaja a las de Milwaukee (1.903). Así pues, tras contactar con el concesionario oficial en Madrid de estás encantadoras máquinas, salimos el sábado a probar, Tolín y yo, un par de éstas históricas motocicletas.
Partimos poco antes de media mañana, por eso de evitar el frío madrugador, Tolín sobre una preciosa
Continental GT color verde inglés (535cc) y yo sobre una
Classic Storm (500cc) Special Low, modificada para bajar la altura unos centímetros, lo que hacía que la suspensión trasera fuese realmente dura y seca.
Nos alejamos raudos de la urbe, rumbo al municipio de Nuevo Baztán (cuenca del Henares). Retuerzo todo lo que puedo la oreja de la burra, que no pasa más allá de los 120 KM/h. No son motos para correr y el aire en el pecho tampoco ayuda. El día es soleado, pero frío y con viento, aunque eso no nos impide disfrutar a tope de las motos y el camino. Íbamos preparados, nada mejor contra el frío que usar ropa interior de lana de merino (mano de santo).
Pronto te das cuenta que conduces una moto especial, como las de antaño, donde sientes la moto y sientes el camino, en tus pies, en tus manos, en tu espalda. Y es que, estás motos son eso, históricas y clásicas. Motocicletas que apenas han cambiado en cuanto a la silueta original de sus antepasadas, y pedirles mejores prestaciones o compararlas con homólogas del siglo XXI no tiene sentido.
Al final, me sorprenden ambas monturas, cada una con su estilo y sus particularidades. Ni una es mejor que la otra, ni la otra es mejor que la una. Diferentes pero iguales. Depende de lo que busques pero, en general, son motos sencillas, fáciles de conducir y divertidas, extremadamente divertidas. Muy aconsejables para iniciados con carnet A2 (no necesitas limitarlas) o como segunda moto (si se puede permitir uno el lujo de gastar unos 5.000€ extras, que es lo que cuestan de media).
Y es que estas motos son simples, robustas, dóciles y bonitas, tanto que llaman la atención allá por donde pasan y allá por donde paran. Todos las miran, todos las tocan y todos comentan lo bien "restauradas" que están. Y es que exudan tanta autenticidad que engañan fácilmente al ignorante en la materia.
Me quedo ansioso, esperando poder probar las nuevas Euro4 (con ABS y otras mejoras). Tendré que esperar a Marzo, a que llegue la primera a Madrid. Quién sabe, al final puede que me haga con una que acompañe a mi HD...